El mejor regalo que puedes hacerle a una persona es que sea independiente, no somos necesario para nadie, solo somos compañeros de camino, una mano para sostenernos y unos brazos para abrazarnos y luego soltarnos. DESAPEGO, DESAPEGO, DESAPEGO. Al final el creernos indispensables no es más que una forma de controlar y ésta a su vez la demostración sutil de una baja autoestima. Entendiendo el arte de la compasión y el verdadero amor incondicional.
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